Contexto histórico
El comercio es tan viejo como el humano mismo, ya que lo que realmente significa este concepto es la transferencia o intercambio de bienes y servicios entre personas.
Todo comenzó en la última etapa de la Edad de Piedra, o, para ser más precisos, en el período neolítico, aquella fase de la humanidad en donde se refinan las herramientas de piedra tallada y se generalizan la agricultura y el pastoreo, dando origen a las sociedades agrarias. En este tipo de sociedades nacen los primeros poblados y asentamientos humanos, puesto que era necesario cuidar el ganado y las plantaciones; también nacen los excedentes de recursos. Es así, con más comida de la que se necesitaba, que los pobladores comienzan a intercambiar mercancías e inventan el trueque en el proceso.
El trueque fue un sistema de comercio medianamente útil, pues tenía dos problemas principales: la desigualdad de valor entre las mercancías y la fecha de caducidad de algunas otras; si yo era pescador y necesitaba un par de botas, era difícil establecer un número de pescados que igualara el valor de las botas, y los pescados podían durar unos cuantos días y perder toda valía. Así es como nace el dinero.
Internacionalización
Posteriormente, nacen los bancos, administrados por los Caballeros Templarios, quienes crearon los pagarés, así los peregrinos podían viajar sin el peligro ni la molestia de cargar todos sus ahorros.
Después, no hubo muchos cambios en las mecánicas financieras, pero sí hubo grandes avances en lo que hoy llamaríamos comercio internacional. Algunos países europeos establecen colonias en América; luego, se inventan los barcos de vapor, y surge el intercambio mercantil entre naciones.
La última etapa de esta breve historia que seguimos escribiendo es la época actual. A estas alturas ya existía el comercio global, pero no había llegado a nosotros un tipo de tecnología imprescindible hoy en día: el internet. Con la llegada del ciberespacio, se crean los e-commerce, o comercios en línea, que son espacios digitales en donde marcas y empresas ofrecen sus productos y servicios con la facilidad de recibirlos directamente hasta la puerta de tu casa.
Importancia del comercio en línea
De la misma manera en que el dinero acabó por completo con el trueque, el comercio digital apunta a hacer lo mismo con el comercio físico y tradicional; es por ese motivo que hemos enlistado cinco razones por las cuales es importante tener un negocio en línea:
- Exigencia por parte del público consumidor: dada la creciente demanda y adopción tecnológica en la que vivimos, los consumidores están cada vez más acostumbrados a tener contacto directo con aplicaciones empresariales, ya que agilizan procesos que, de otra manera, serían largos, tediosos e inconvenientes. El comercio electrónico es importante porque facilita la experiencia del usuario.
- Información de mercado: gracias al comercio en línea, tendrás acceso a herramientas de patrones y tendencias que te ayudarán a conocer mejor a tu público, y podrás actualizar y mejorar aspectos del negocio que llevarán a una mayor satisfacción del cliente.
- Autoservicio: un sitio web es complementario a las tiendas físicas, pues ahí los consumidores pueden ingresar e informarse por sí mismos sin necesidad de acudir a los puntos de venta. Para que este sistema sea efectivo, es necesario que la información se revise y actualice constantemente.
- Compras más convenientes: un e-commerce no tiene horario de apertura ni de cierre; por tanto, los clientes pueden realizar sus compras en cualquier momento. Curiosamente, gran cantidad de personas navegan por los negocios electrónicos a altas horas de la noche.
- Incrementar el alcance: puesto que no estás restringido a un único punto de venta físico, cualquier persona en cualquier parte del mundo puede acceder a tu negocio.
Shopeando
Otro punto indispensable para cualquier negocio en línea es la logística de envíos internacionales. Shopeando es una empresa intermediaria que se encarga de todo el proceso logístico y burocrático, ambas cargas bastante pesadas para cualquier emprendedor, y más si apenas va comenzando.
Contratar un servicio como el de www.shopeando.mx (también puedes mandar un mensaje por WhatsApp) es la mejor opción si queremos aminorar tareas engorrosas, como investigar sobre regulaciones arancelarias o prohibiciones de importación, y, al final del día, parte de crear un negocio exitoso implica delegar tareas críticas a profesionales, así brindaremos el mejor servicio posible.